sábado, 9 de febrero de 2019

Decisiones

Aun recuerdo tus ojos la primera vez que me preguntaste que era aquel documento enmarcado en la pared, lo que me hizo acordarme de la conversación que tuve años atrás con mi madre:

-No creo que debas colgarlo, harás que cuando crezca se sienta inseguro consigo mismo- dijo ella

- ¿Y por qué no debería?- contesté yo- tú solías enmarcar todos mis logros y presumir con la familia de lo orgullosa que estabas

-Pero esto no es un logro hija, es una decisión- Añadió- Y el saberlo desde tan pequeño lo va a definir de por vida

Dudé por un momento y volví a mirar los papeles que se ocultaban tras el cristal de aquel porta-fotos, y con una sonrisa dije:

-Entonces estoy orgullosa de esta decisión, y de este niño. No tengo que ocultarle nada porque no es algo de lo que ni el ni yo debamos estar avergonzados- Hablé mientras te cogía en brazos- Eres, has sido y siempre serás la mejor decisión que he tomado en mi vida- Susurré a tu oído

Y en ese momento, con apenas tres meses, sin ser consciente de todo lo que se nos venía encima, sonreíste, como si tu también estuvieras orgulloso, y fue ahí cuando me di cuenta de que era imposible que me arrepintiese nunca de haber colgado tus papeles de adopción en medio de aquel extenso pasillo de lo que ahora era nuestro hogar

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