Páginas

miércoles, 7 de agosto de 2019

Pleitesías al presente

No tardé en suspirar al colgar el teléfono y mientras me tumbaba sobre la cama, de mis labios se escapó una carcajada cínica. A fin de cuentas había vuelto a suceder, y es que, a diferencia de cualquier otro de mis numerosos escritos, este no hablaba de una ruptura amorosa o un romance imposible, este hablaba, como de costumbre, de ilusiones hechas pedazos

Mi corazón se encogía con fuerza sobre mi pecho, tirando y rasgado las paredes que lo cubrían, no había sido un golpe duro lo reconozco , pero el hecho de que viniese de ti me tomó por sorpresa

Nunca me habría esperado que nuestro sin fin de horas al teléfono se viese condicionado por el lejano lugar donde te encontrabas, nunca me paré a pensar que quizás el único motivo por el que te parabas a filosofar entre mensajes conmigo era porque sencillamente no tenías algo mejor que hacer... Simplemente nunca me imaginé que podrías llegar a reabrir tantas heridas con tan solo una frase

Supongo que el que fueses tan adictivo propició un comienzo, pero mis ansias de probarte son las que marcaron el final. Y por eso te probé, porque no creía que esto pudiese tener fin, no pensé en que pasaría cuando regresases a tu vida cotidiana o cuando te rodeases de amigos una tarde para pasarlo bien

No creí en un final porque contigo tan solo podía centrarme en el presente, en tu día a día, en nuestras charlas, en tus incógnitas, en mis absurdos juegos, me límite a actuar por inercia, realmente hacía tiempo que no me comportaba así

Y tras finalizar la llamada estos pensamientos me siguieron persiguiendo algunos minutos más, minutos los cuales no tardaron en hacerse horas mientras, una vez más, calmaba mi respiración acelerada

No se si era amor, admiración o el sabor amargo de los restos de tus palabras en mi paladar, pero el probar tan de cerca el presente me hacía sentir nauseas




No hay comentarios:

Publicar un comentario