domingo, 11 de agosto de 2019

Crónicas de un mal día

Querido diario:

Este es mi tercer cigarrillo, ahora mismo me encuentro en el parque Suchil (Aquel donde algunas de mis otras entradas tienen lugar), disfrutando de la pobre melodía que un saxofonista callejero toca a pocos metros de mi

Hoy ha sido un mal día

Pero antes de quejarme escribiendo sobre las escasas horas de sueño que me persiguen durante esta semana o algunos tantos de los numerosos problemas de mi familia que hoy han hecho cúspide sobre mis emociones, prefiero redactar lo que estás transmiten

Como ya dije antes este ha sido un mal día, uno de esos en los que el dolor de cabeza y el estrés de la vida urbana te envuelven, uno de los muchos momentos en los que me siento a teclear por necesidad

Si de números se tratase, le pondría un cuatro sobre diez; pero nunca se me han dado bien las matemáticas, así pues en lugar de soltar un grito ahogado y exasperarme con la angustia que se cierne sobre el atardecer, voy a tratar de fundirme con la despreocupación general y leer algo de Arthur Conan Doyle, al menos así dejaré de pensar en el cúmulo de conciencias al cual, tristemente, conozco como día a dia


miércoles, 7 de agosto de 2019

Pleitesías al presente

No tardé en suspirar al colgar el teléfono y mientras me tumbaba sobre la cama, de mis labios se escapó una carcajada cínica. A fin de cuentas había vuelto a suceder, y es que, a diferencia de cualquier otro de mis numerosos escritos, este no hablaba de una ruptura amorosa o un romance imposible, este hablaba, como de costumbre, de ilusiones hechas pedazos

Mi corazón se encogía con fuerza sobre mi pecho, tirando y rasgado las paredes que lo cubrían, no había sido un golpe duro lo reconozco , pero el hecho de que viniese de ti me tomó por sorpresa

Nunca me habría esperado que nuestro sin fin de horas al teléfono se viese condicionado por el lejano lugar donde te encontrabas, nunca me paré a pensar que quizás el único motivo por el que te parabas a filosofar entre mensajes conmigo era porque sencillamente no tenías algo mejor que hacer... Simplemente nunca me imaginé que podrías llegar a reabrir tantas heridas con tan solo una frase

Supongo que el que fueses tan adictivo propició un comienzo, pero mis ansias de probarte son las que marcaron el final. Y por eso te probé, porque no creía que esto pudiese tener fin, no pensé en que pasaría cuando regresases a tu vida cotidiana o cuando te rodeases de amigos una tarde para pasarlo bien

No creí en un final porque contigo tan solo podía centrarme en el presente, en tu día a día, en nuestras charlas, en tus incógnitas, en mis absurdos juegos, me límite a actuar por inercia, realmente hacía tiempo que no me comportaba así

Y tras finalizar la llamada estos pensamientos me siguieron persiguiendo algunos minutos más, minutos los cuales no tardaron en hacerse horas mientras, una vez más, calmaba mi respiración acelerada

No se si era amor, admiración o el sabor amargo de los restos de tus palabras en mi paladar, pero el probar tan de cerca el presente me hacía sentir nauseas




lunes, 5 de agosto de 2019

Epifanía de una noche de verano

Y bajo la luz de las estrellas, con la compañía del silencio que reinaba sobre la noche y el humo de aquel cigarrillo que se consumía bajo la saciedad de las 3 de la mañana, pensé en ti

No pude evitar reírme cuando recordé aquella frase "Desde el primer momento en que nos vimos, tus dos aceitunas se bañaban en un negro café de la plaza de Bilbao", de verdad, ¿Quien en su sano juicio compara los ojos de una chica con dicho fruto?

Pero aún entre risas mi corazón comenzó a palpitar, el escaso tiempo que había pasado desde que nos conocíamos me resultaba difícil de creer, no obstante, eso nunca había sido obstáculo para aprender a fundirme con las palabras que pronunciabas

Realmente me desvelaba más que el café

Una luz se enciende en el piso de abajo, interrumpiendo los interminables suspiros que sólo tú sabías hacerme pronunciar y arrojando el pitillo sobre una de las cornisas vuelvo deprisa a mi habitación, para encender el teléfono y ver dos mensajes nuevos, dos mensajes tuyos

Nunca lo he pensado, pero si esto es a lo que llaman destino, estoy segura de que podría llegar a creer en el